23 de julio de 2004

SIN GRACIA

Y el oficial preguntó:

- Cual es su gracia?

Yo lo miré desconcertada y contestándole con mi mejor sinceridad le dije:

- No tengo ninguna.

Entonces me miró serio pero al instante cambió la expresión, comprendiendo mi desconcierto y repitió, aclarando:

- Cual es su NOMBRE?

Y yo, ruborizándome hasta las orejas, le respondí timidamente:

- Verónica....