13 de mayo de 2005

VIERNES LITERARIO II

Hoy...



EL CUERVO

Una vez que promediaba
triste noche, yo evocaba,
fatigado, en viejos libros
las leyendas de otra edad.
Cabeceaba dormitando,
cuando allá, con toque blando,
con un roce incierto y débil
a mi puerta oí llamar;
"A mi puerta un visitante
- murmuré - es lo que siento llamar;
eso es todo, y nada mas".

Ah! es fatal que le remembre!
Fue en un gélido diciembre,
rojo espectro enviaba al suelo
cada brasa del hogar.
Yo, leyendo, combatía
mi mortal melancolía
por la virgen clara y única
que ya en vano he de nombrar,
la que se oye "Leonora"
por los ángeles nombrar,
Ah! por ellos nada mas!

Ya al rumor vago, afelpado,
del purpúreo cortinado,
de fantásticos terrores
mi alma toda hacía vibrar.
Mas mi angustia reprimiendo
confórteme repitiendo:
"Es sin duda un visitante
quien, llamando, busca entrar;
un tardío visitante
que a mi cuarto pide entrar:
eso es todo, y nada mas".

Vuelto en mi, no mas vacilo;
y en voz alta, ya tranquilo:
"Caballero - dije- o dama,
mi retardo perdonad;
pero, de hecho, dormitaba,
y a mi puerta Usted llamaba
con tan fino golpeteo
noble y tímido a la par,
que aun dudaba si era un golpe"
- dije- y abrí la puerta de par en par:
sombras fuera, y nada mas.

Largo tiempo, ante la sombra,
duda el anima, y se asombra
y medita, y sueña sueños
que jamás osó un mortal.
Todo calla, taciturno;
Pude allí quizás un nombre
"Leonora" murmurar,
y en retorno supo el eco
"Leonora" murmurar,
esto solo y nada mas.

A mi cuarto volví luego,
con mi alma ardiente, en fuego,
sentí un golpe ya mas fuerte
batir claro el ventanal.
"Algo roza de seguro las ventanas
tras el muro - dije- hay algo
allí en lo oscuro que ha tocado mi persiana.
Y el enigma aclararé ya:
Corazón, quieto un instante!
Y que el enigma aclare ya:
es el viento, y nada mas".

Dejé francos los batientes
y batiendo alas crujientes,
entró un cuervo majestuoso
de la sacra, antigua edad.
Ni aun de paso me saluda,
ni detienese, ni duda;
pero a un busto que en lo alto
de mi puerta fijo está,
sobre aquel busto de Palas
que en mi puerta fijo está
va y se posa, y nada mas.

Frente al ave calva y negra,
mi triste ánimo se alegra;
Sonriendo ante su porte,
su decoro y gravedad:
"No eres - dije- algún menguado
cuervo antiguo que has dejado
las riberas de la noche
fantasmal y señorial!
En plutónicas riberas,
cual tu nombre señorial?"
Dijo el Cuervo: "Nunca mas".

Me admiro, por cierto, mucho
que así hablara el avechucho.
No era aguda la respuesta
ni el sentido muy cabal;
pero en fin, pensar es llano
que jamás viviente humano
vio, por gracia, a bestia o pájaro,
quieto allá en el cabezal
de su puerta, sobre un busto
que adornara el cabezal,
con tal nombre: Nunca mas.

Pero, inmóvil sobre el busto
venerable, el Cuervo adusto
supo solo en esa frase
su alma oscura derramar.
Y no dijo mas en suma,
ni movió una sola pluma.
Y yo dije al fin: "Cual muchos otros
tu también me dejaras.
Perdí amigos y esperanzas:
tu también me dejaras.
Dijo el Cuervo: "Nunca mas".

Conturbado al oír esta
cabalística respuesta:
"Aprendió - pensé- las silabas
que repite sin cesar
de algún amo miserable
que el Desastre inexorable
persiguió tanto y tanto,
que, por treno funeral,
por responso a sus ensueños,
repetía su estribillo funeral
el que era: "Nunca mas".

Y del Cuervo reverendo,
mi tristeza aun sonriendo,
ante puerta y busto y pájaro
rodé luego mi sitial;
y al amor del terciopelo,
fue enlazando mi desvelo
mil ficciones, indagando
que buscaba inmemorial,
aquel flaco, torpe, lúgubre,
rancio cuervo inmemorial
con su eterno: "Nunca mas".

Mudo ahora esto inquiría;
mudo ante El, porque sentía
que me abrasaba su mirar;
esto y mas fui meditando,
reposándome en lo blando
del cojín violeta oscuro
que ya nunca oprimirás,
el cojín junto a mi lámpara
que ya nunca oprimirás,
Oh! Leonora, nunca mas!

Y ensoñe que en el ambiente
columpiaban dulcemente
emisarios invisibles,
incensario inmaterial.
Y exclamé: "Triste alma mía:
por tus ángeles te envía
el Señor tregua y nepente
con que al fin olvidaras!
Bebe, bebe ese nepente
y a Leonora olvidarás!"
Dijo el Cuervo: "Nunca mas".

"Ya te enviara aquí el Maldito,
ya indomable aunque proscrito,
o profeta o ave o diablo
- dije- espíritu del mal,
a este páramo embrujado
y a este hogar de horror colmado
te empujara la tormenta:
dime, oh, dime con verdad:
Dijo el Cuervo: "Nunca mas".

"Por el Cielo que miramos,
por el Dios al que adoramos,
Oh! profeta, ave o demonio
- dije- espíritu del mal:
di si este alma adolorida
podrá nunca, en otra vida,
abrazar el áurea virgen
que aquí en vano he de nombrar;
La que se oye "Leonora"
por los ángeles nombrar!"
Dijo el Cuervo: "Nunca Mas".

"Partirás, pues has mentido.
Ve a la noche plutoniana!
Goza allí la tempestad!
Ni una pluma en esta pieza
Me recuerde tu vileza.
No agigantes mi tristeza,
Deja mi alma en soledad!
Quita el pico de mi pecho
Y ese busto deja ya!"
Dijo el Cuervo: "Nunca mas".
Y aun inmóvil y callado
Sigue el pájaro posado
Sobre el busto aquel de Palas
Que ornamenta mi portal;
Torturante mi vigila,
Sueña el diablo en su pupila.
Y ya nunca el alma mía,
de esa sombra fantasmal,
Podrá librarse: Nunca mas!


Título original: "The Raven" - Edgar Alan Poe


Acá van a encontrar la versión que hicieron Los Simpson con motivo de un programa especial de noche de brujas. Es una transcripción con imágenes. Al final de la página pueden encontrar más links con la versión original (en inglés) y varias traducciones en castellano (además de la que copié yo que no es la que más me gusta, pero perdí la mía hace mucho y aún no la consigo). Espero les guste!