Una minúscula historia de amor...
Y acaba de llegar el...
Viene una vez por mes, aproximadamente. No, no... no es Andrés...
Es medio parco, pero a mi me gusta esa onda antipática...
Es rubio, pelito lacio, con corte medio rebajado, hasta los hombros...
Una mirada verde que me puede y una única sonrisa que solo yo le sé sacar...
Adentro de la oficina no dice nada, esta serio y con cara de malo, pero en el pasillo siempre conversamos un poquito, nada especifico, pura sonrisas.
Tenemos un romance inconsciente, muy inocente y casto, un amor platónico.
Casi no nos animamos a mirarnos a los ojos, yo me pongo roja y el se pone tímido. El sabe mi secreto y yo sé el suyo.
El me puede y yo lo puedo. Así jugamos y así es.
Yo espero que venga siempre, y siempre llega el día que no lo espero.
Me sorprende, se me endurece la panza, tengo cosquillas en el pecho y me sonrio de nada. Me cambia el humor.
Así es este amor minúsculo con el chico de la cobranza.
Pasa 5 minutos al mes por la oficina y en esos 5 minutos nos amamos intensamente.
Y hoy, despues de varios meses, supe por fin tu nombre...
Como fue capaz tu mamá, con esa carita de ángel que tenés, de ponerte RODOLFO?
